jueves, 24 de abril de 2008

un texto propio

HISTORIA Y PREHISTORIA DE UNA DESGRACIA

El morsa y la yoli se conocieron en un boliche de la zona sur con fama de peligroso, DAKRIS, una noche calurosa de sábado. Sus miradas se cruzaron y ni falta les hizo tomar una gota de cerveza para que sus instintos primarios se activaran de inmediato. Pocas horas después estaban conociéndose mejor (por decirlo de algún modo) en uno de los tantos telos que hay por la zona.
Treinta días después de esa primera noche, la Yoli le hizo conocer al morsa una preocupante sospecha que tenía. El morsa estaba mudo.
Treinta y cinco días después de la primera noche, el morsa se fue a vivir al Paraguay para siempre. No dejó rastros.
Cinco meses después de la primera noche, la panza de la Yoli evidenciaba un notable crecimiento, y su desesperación también.
Seis meses y diez días después de la primera noche, la Yoli termino de juntar coraje y dinero,y fue a la casa de una curandera que solucionaría ese problema que ningún medico ni hospital tenía permitido enfrentar.
Seis meses y once días después de la primera noche, la Yoli comenzó a tener horribles pesadillas, recurrentes imágenes de cuerpos bañados en sangre, o bolsas de agua que explotaban, según el testimonio de su vecina, quien aseguró que la Yoli le confesó esos sueños: “la Yoli siempre supo que yo soy la única en el barrio que sabe guardar un secreto”.
Siete meses y quince días después de la primera noche, la Yoli se empastilló tanto que quedó tirada en el piso, desvanecida. A las treinta horas ya podía caminar de nuevo sin perder el equilibrio. Sus familiares, si es guardaba relación con alguno, ni aparecieron a preguntar como estaba.
Siete meses y veinte días después de la primera noche, la Yoli se prometió a si misma no volver a fallar. La humillación era mucho peor que la muerte.
Ocho meses y dos días después de la primera noche, en una mañana radiante de sol ymariposas, a las 9:15 am, la Yoli se arrojó debajo de un tren. Esa vez sí tuvo éxito en cumplir con su propósito.
A las 9:35 am, en la siguiente estación los pasajeros se quejaban: “estos trenes de mierda otra vez no funcionan”. Algunos intentaban averiguar de cuánto era la demora prevista.

2 comentarios:

Mumi dijo...

Me acuerdo de la primera vez que leí esta crónica tuya... me causó la misma impresión que hoy. Es algo que sucede todos los días a nuestro alrededor.

yamila dijo...

upa...que duro