no hago este blog PARA que sea del agrado de los lectores. Esto significa, la INTENCIÓN no es que les agrade.
Pero obviamente me ENCANTARÍA que les agrade. Estaré muy contento si les agrada ¿se entiende la diferencia?
Hola queridos lectores, en esta ocasión les presento mis elegidos de cine argentino, indicando el título, director y año de estreno.
Como siempre les digo no es un ranking ya que no están ordenadas desde la mejor a la menos mejor sino que es un conjunto de películas que me parecen una selección representativa.
1-hombre mirando al sudeste (Eliseo Subiela, 1987)
2 - el aura (Fabian Bielinsky, 2005)
3 - Gatica el mono (Leonardo Favio, 1993)
4 el patron, radiografia de un crimen (Sebastian Schindel, 2014)
5 el secreto de sus ojos (Juan Jose Campanella, 2009)
sin perjuicio de la importancia que tienen la fuerza de voluntad, la constancia y la determinación, dejar una puerta abierta para que las casualidades y el azar también hagan su parte del trabajo...
Hace mucho tiempo cuando recién comenzaba con el uso intensivo de internet asumí que me brindaba la posibilidad de acceder a una fuente inabarcable de información. Podía encontrar fácilmente datos que de otro modo insumirían mucho mas tiempo y recursos. Un día cualquiera buscaba la letra completa de una famosa canción de Andres Calamaro y colateralmente me choqué con un poema que sentí como un gancho al hígado. Mucho tiempo después, y con el orgullo de haber leído muchos otros libros y poemas, me gusta incluso mas que antes porque lo entendí en carne propia.
Es el poema de Fernando Pessoa (escritor portugues; 1888 - 1935) que les copio a continuación, y el cual evidentemente también leyó Andres Calamaro (picarónnnnn Andres jaja). Precisamente la letra de la canción de Calamaro comienza con los mismos versos que el poema de Pessoa. Esos pequeños detalles hacen mas disfrutables todavía las buenas canciones.
Espero no aburrirlos con estos pensamientos, y que no sean demasiado "profundos" para mis lectores
Ah, quién escribirá la historia
De lo que podría haber sido.
Será ésa, si alguien la escribe,
La verdadera historia de la humanidad.
Lo que hay es sólo el mundo verdadero,
No es nosotros, es sólo el mundo.
Lo que no hay somos nosotros, he ahí la verdad.
Soy quien fallé de ser.
Somos todos quienes nos supusimos.
Nuestra realidad es la que no conseguimos nunca.
¿Qué fue de aquella verdad nuestra:
El sueño en la ventana de la infancia?
¿Qué fue de aquella certidumbre nuestra:
El propósito – no ya en la ventana—a la mesa de después?